domingo, 22 de octubre de 2017

Envía Señor más mensajeros, 29º del Tiempo Ordinario – Ciclo A

29º del Tiempo Ordinario – Ciclo A
Isaías 45,1.4-6; Salmo 95; 1 Tesalonicenses 1,1-5b; Mateo 22,15-21
22 de octubre de 2017

P. Chava, SVD
Envía Señor más mensajeros que proclamen tu grandeza, tu bondad, tu Buena Noticia. Señor auxilia a tus elegidos en sus necesidades físicas, económicas y espirituales.
 
P. Chava, SVD
Isaías narra como Dios escoge a Ciro, Rey de Babilonia, para que sea su siervo y divulgue la verdad sobre el Dios verdadero y que no hay otro dios fuera de Él. De este modo se libera de la idolatría y de la esclavitud física y espiritual, que sufre el pueblo de Israel en Babilonia. Por eso el fiel cantará el Salmo 95:Aclamad la gloria y el poder del Señor”.

San Pablo estimula y motiva a los tesalonicenses, pues afirma que cuando se proclamó el Evangelio entre ellos se hizo de palabras y con fuerza del Espíritu Santo, por eso ellos tienen una profunda fe, se nota en el esfuerzo de su amor al prójimo y en el aguante de su esperanza en Jesucristo, nuestro Señor.


P. Chava, SVD
Jesús desenmascara la hipocresía de los fariseos, sus discípulos y partidarios de Herodes que unían su malasia para ponerle una trampa con la pregunta retorica de: ¿si es licito pagar el impuesto al Cesar romano?, “pues dicho dinero serviría para seguir sometiendo al pueblo de Israel en la esclavitud”. Jesús con ironía les responde: “Pues pagadle al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios” después de que le enseñaran un denario que tenia impresa la imagen y la inscripción del Cesar. Y ya puestos la pertenencia de Dios es el pueblo.
 
Dar a Dios lo que es de Dios, es devolver a Dios su única posesión tan valiosa en este mundo y es: “el pueblo escogido por Dios –y el pueblo en genral-”; porque Dios juro ser el Dios de Israel y su descendencia, para siempre; por eso el Señor permanecerá a su lado en las buenas como en las malas; pero después de la revelación que nos hizo Jesús sobre quien es Dios, “nuestro Padre”, todo pueblo y nación entra ya en el rango de: “pueblo de Dios”; pues abrió sus fronteras Dios sobre los límites de los elegidos y ahora todo bautizado y creyente en Dios, en Jesús y en el Espíritu Santo, se unirá al nuevo pueblo de Dios. Por eso hoy necesitamos más mensajeros que transmitan la Buena Nueva, más gente que de su tiempo su vida y todo su ser, para servir a Dios y a su pueblo.


P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España.

P. Chava, SVD

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