martes, 11 de julio de 2017

Dios baja hecho palabra, 15º del Tiempo Ordinario, Ciclo A

15º del Tiempo Ordinario, Ciclo A
Isaías 55,10-11; Salmo 64; Romanos 8,18-23;  Mateo 13,1-23
Domingo, 16 de julio de 2017

P. Chava, SVD
Dios baja hecho Palabra, y el Verbo se hizo Carne y habito entre nosotros. Las lecturas nos enseñan la capacidad de Dios de crear todo desde su palabra, y quien mejor que Jesús para transmitirnos la revelación de Dios. Solo Dios basta en nuestras vidas para que demos frutos en abundancia.  


P. Chava, SVD
En la primera  lectura el profeta Isaías, hace el oráculo del Señor, diciendo que toda palabra de Dios sale de su boca y no vuelve a Dios sin antes dar fruto como pasa con la lluvia, que después de empapar la tierra no se evapora sin antes fertilizar el medio ambiente, es decir, generar vida. Lo mismo es la palabra de Dios, cuando entre en contacto con las personas, fertiliza el corazón y la mente del ser humano, les hace cambiar su manera de ser, de pensar y de sentir, como crear sentimientos de amor, perdón, justicia y paz; en definitiva el Reino de Dios comienza a expandirse en el mundo. Salmo 64: La semilla cayó en tierra buena y dio fruto”.

P. Chava, SVD
En la segunda lectura san Pablo interpreta la espera de la segunda llega de Jesús como la espera y los dolores que sufre la mujer en el parto, “en el ya pero aun no”. A pesar de que hay dolor en la espera, habrá mucha alegría en la  llegada de Jesús porque nos salvará y nos dará la dignidad de ser hijos de Dios.

En el evangelio de Mateo, el mensaje es muy claro, el sembrador sale a sembrar, pero no toda la semilla da fruto, porque mucha semilla se perdió, por causa de la mala tierra y las circunstancias del lugar. Desgraciadamente el mensaje de Dios llega a la gente pero no todas las personas están atentas para escuchar el mensaje de Dios, y vivirlo, por lo mismo no da fruto, pero la gente sencilla y humilde de corazón ven a Dios y ellos dan fruto con acciones que dan amor, perdón, justicia, paz, y todo cuanto da felicidad y vida.

Dios creó el mundo con solo pronunciarlo, y lo hizo todo bien; todos los días nos sigue anunciando su buena noticia, estemos atentos para escuchar su voz, en la Biblia, en la comunidad eclesial, en la oración en la eucarística, en la caridad hacia nuestros hermanos, en nuestras vidas diarias a la hora de expresar lo que entienden el evangelio. El Reino de Dios se hace presente en cada cristiano que vive la fe y la pone en práctica, dando frutos como pueden ser de amor, paz y justicia. Por tanto, dejémonos tocar por la palabra de Dios y que ella crezca en nuestra mente y en nuestro corazón, para cumplir los planes de Dios en nuestra vida.

 
P. Chava, SVD
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de Madrid, España. 


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