jueves, 2 de marzo de 2017

Cambiar la historia, 1º de Cuaresma – Ciclo A

P. Chava, SVD
1º de Cuaresma – Ciclo A
Génesis 2,7-9;3,1-7; Salmo 50; Romanos 5,12-19; Mateo 4,1-11
Domingo, 5 de marzo de 2017

Cambiar la historia para bien de la humanidad. En los relatos que heredamos desde hace siglos, encontramos muchos que pretenden desvelar misterios del origen de la humanidad y el porqué conservamos algunas tradiciones y ritos.

En el libro del Génesis, encontramos el meta relato de la explicación de la expulsión del hombre y la mujer del paraíso: este relato tiene el fin de entender porque la humanidad tiene que trabajar; como el ser humano tiene por naturaleza la ambición por la búsqueda del poder y del conocimiento para manipular la realidad, de fondo quiere ser Dios o por lo menos asemejarse a Él. Adán y Eva, nos dice el relato, cometen un acto de infidelidad al traicionar la confianza de Dios, por eso el ser humano es separado de la realidad humana de la divina. Esta falta de nuestros primeros padres en la religión católica le llaman pecado original y en la doctrina de la Iglesia se afirma que todos nacemos con ese pecado, hasta que somos purificados por el bautismo. Es necesario buscar el perdón de Dios para ser purificados por él, como dice el Salmo 50Misericordia, Señor: hemos pecado”.
P. Chava, SVD

En la carta a los Romanos une el relato del Génesis de la expulsión y muerte del hombre por causa de su desobediencia a Dios, pero sin embargo, Jesús al morir en la cruz con su obediencia salvo a la humanidad de la muerte y la ha regenerado. Por Adán perdimos mucho, por Jesús lo ganamos todo.

En el evangelio encontramos a Jesús en el desierto y después de pasar hambre y sed durante cuarenta días es tentado por su enemigo el diablo para que abandone a Dios y se complazca así mismo: para que deje de tener hambre; para que muestre su poder divino, para que se sacie de tener todo cuanto quiera hasta el mundo entero. Pero Jesús vence las tentaciones y comienza así el Reino de Dios con sí definitivo a Dios y una renuncia de sí mismo para salvar a la humanidad; para santificar las obras de Dios con su vida y son su memoria. La Iglesia lo hará con los sacramentos que Jesús nos dejo.

El sentimiento de culpa lo traemos desde que nacemos porque desde que nacemos cargamos emocionalmente una herencia envenenada: “el pecado original”. Es un sentimiento de culpa que arrastra a toda la humanidad desde el relato de Adán y Eva en el libro del Génesis; todos cargamos con el sentimiento de ser imperfectos y ambiciosos, por desobediencia a Dios, por la desobediencia de nuestros primeros padres perdimos el paraíso. El Génesis es un relato que nos implica a todos, nuestros orígenes y nuestras caídas y pecados,  por eso cobra sentido el porqué Jesús es nuestro salvador, porque con su vida, muerte y resurrección descubrimos el amor de Dios. Jesús vino a cumplir la voluntad de Dios y con su obediencia nos salvo: la gracia de Dios, que borra todo tipo de pecado, la recibimos a través de los sacramentos  que administra la Iglesia, en especial los de iniciación cristiana: Bautismo, reconciliación, eucarística y confirmación. Gracias Dios, Jesús nos salvo a todos con su amor.

P. Chava, SVD
P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Nuestra Señora de Altagracia, Diócesis de  Madrid, España.

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