viernes, 25 de septiembre de 2015

Dios es uno, 26º Tiempo Ordinario, Ciclo B


 26º Tiempo Ordinario, Ciclo B
Números 11,25-29; Salmo 18; Santiago 5,1-6; Marcos 9,38-43.45.47-48
Domingo, 27 de septiembre de 2015


 

Dios es uno y quiere que sus hijos seamos uno en Él, es decir, en un trabajo en conjunto para sanar y dar amor a la humanidad en su nombre.

 

Moisés, aprueba la profecía de Eldad y Medad, porque ellos también fueron ungidos por Dios, aunque no estuvieron en la tienda del Señor y tampoco pertenecieran al grupo de Moisés, sin embargo profetizaban al pueblo para hablarles de Dios. Dios llama a sus elegidos, por tanto, la elección es divina y no humana, para profetizar. Por eso el creyente dirá el salmo 18 “Los mandatos del Señor son rectos y alegran el corazón”.

 

Santiago denuncia las injusticias de los poderosos y de los ricos, que se basan en sus bienes acumulados, estos bienes les dan poder y prestigio, incluso les lleva al deseo de acumular más a costa del sufrimiento del débil. Por eso Santiago les dice que sus días de gloria se acabaran, para que surja una nueva realidad donde el ser humano ya no dependa del bien económico, sino de la justicia de Dios.

 

Jesús educa a sus discípulos a no ser envidiosos y si a trabajar en equipo, en grupo o en comunidad aunque el otro no pertenezca al mismo grupo. Les advierte la necesidad de cuidar a los pequeños y no ser causa de escándalo, evitando el pecado.

 

Dios es el que llama y escoge a sus elegidos, el Señor es el que capacita a sus elegidos para predicar, liberar, y formar un pueblo. Por eso Señor enseñamos amarnos los unos a los otros, capacítanos para trabajar en comunidad, a pesar de nuestras diferencias, raciales, culturales, religiosas y políticas.

 

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón,   (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.


sábado, 19 de septiembre de 2015

El poder, 25º Tiempo Ordinario, Ciclo C

P. Chava, SVD
25º Tiempo Ordinario, Ciclo C
Sabiduría 2,12.17-20; Salmo 53; Santiago 3,16–4,3; Marcos 9,30-37
Domingo, 20 de septiembre de 2015

 ¿El poder destruye o construye al ser humano?; dependiendo de la formación de cada uno y sus circunstancias hará que su vida sea una oportunidad para servir y hacer que la vida se prolongue por muchos años o para destruir y fulminar al más débil.
 

En el libro de sabiduría encontramos la maldad del impío que atenta contra el bienestar y vida del creyente, es decir, del justo. Lo someterán a prueba con tantos agobios y comprobaran su fe en Dios. Por eso el justo confía en el Señor cantará el  Salmo 53 “El Señor sostiene mi vida”.

 
P. Chava, SVD
 Santiago advierte a los de su comunidad cristiana, que la envidia, la rivalidad, codicia, como deseos desenfrenados trae guerras y mucha maldad en los hombres por eso os invita a tomar la sabiduría celestial que busca la paz, la siembra y la fomenta en las comunidades y esto en consecuencia trae justicia y armonía.  

En el evangelio Jesús anuncia que va a padecer, y resucitar al tercer día, lo hace en privado y en la montaña, pero nadie se atreve a cuestionarlo. Sin embargo ya en Cafarnaún los discípulos se muestran inquietos y Jesús los interroga, al darse cuenta que ellos buscan el poder, porque entre ellos se preguntan ¿quién es el más importante?; Jesús les enseña que él  quiera ser el más importante que se ponga a servir a todos y que sea el último de todos; añadió quien acoge a un niño en su nombre también recibe a Dios.
 
P. Chava, SVD
En un mundo donde el poder se rige por el valor económico, político y religioso, esta la tentación de mal emplear el poder para explotar y esclavizar al ser humano. Por eso Jesús y Dios insistirá a sus seguidores, que no se olviden de ser justos con los demás, para eso pide educar los corazones en no desear poder sino que deseen ser hombres de paz, justicia y amor. Pues el ser humano que es capaz de amar podrá salvar a la humanidad de la misma maldad del ser humano.

 
P. Chava, SVD

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón,   (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.

 



miércoles, 9 de septiembre de 2015

el dolor de los que sufren, 24 Tiempo Ordinario, Ciclo-B

P. Chava, SVD
24 Tiempo Ordinario, Ciclo-B
Isaías 50,5-9ª; Salmo 114; Santiago 2,14-18; Marcos 8,27-35
Domingo, 13 de septiembre de 2015

En un mundo donde el dolor de los que sufren es tan evidente, donde las decisiones se tienen que hacer pensando en todas las consecuencias, y muchas veces se escoge el mal menor: “el mal que haga menos daño”. El Señor no apenas nos pide un poco de nosotros sino una totalidad, todo nuestro ser, es decir, lo que somos y lo que tenemos.

Isaías que vivió el exilio del pueblo de Israel en Babilonia trata de consolar al pueblo al narrarles sobre: “el siervo fiel que sufre ultrajes”, pero este siervo es consolado con la presencia de Dios. Pues en su debilidad es fuerte con Dios. Y sólo le basta sentir la presencia de Dios para salir de la tribulación con una gran fortaleza en el Señor. Por eso cantaran los fieles al Señor el Salmo 114 Caminaré en presencia del Señor en el país de la vida.

Santiago predica que la fe se demuestra con las obras de caridad al hermano que está desprotegido. Pues la comunidad cristiana tiene que ser modelo de humanidad, de caridad, de fe, no podemos vivir indiferentes ante el dolor y sufrimientos de nuestros hermanos que les faltan cosas para vivir con dignidad.

P. Chava, SVD
Jesús anuncia en la forma en que Él ha de morir y añade que quien quiera ser fiel al Señor y salvarse, tiene que renunciar a su vida y cargar con su cruz. La ironía es que donando la vida es como se salva la vida, pues quien entrega su vida por amor a Jesús y su mensaje de salvación, obtendrá la vida eterna y seguirá unido a Cristo.

La vida entregada del cristiano es una vida vivida en el amor, y fidelidad a Dios y a la humanidad, pues quien lo da todo, salva a la humanidad de olvidarse del hombre que tiene menos que él. Estamos viviendo tiempos difíciles, donde tenemos que sacar lo mejor que tenemos: el amor al prójimo y a Dios.


P. Chava, SVD

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón,   (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.

miércoles, 2 de septiembre de 2015

El Señor dará su auxilio, 23 Tiempo Ordinario, Ciclo B

P. Chava, SVD
23 Tiempo Ordinario, Ciclo B
Isaías 35, 4-7ª; Salmo 145; Santiago 2, 1-5; Marcos 7, 31-37
6 de Septiembre de 2015

 

El Señor dará su auxilio, en un mundo donde se distribuye mal los bienes naturales, donde el más fuerte en poder económico dicta las leyes. ¡Qué la esperanza de salvación en Dios, nos liberé del mal que produce el ser humano, cuando se torna egoísta y no comparte nada y esclaviza a su hermano en desgracia!

 

P. Chava, SVD
Isaías, dice a los cobardes de corazón que sean fuertes y que ya no teman, pues el mismo Señor los salvará y reparará los daños, y pone como señales lo que era imposible, se vuelve realidad: donde había sequia, surgirá el agua, donde había un daño físico, se restaurará; el ciego verá, el mudo hablará, el sordo oirá, el cojo hasta brincará. Dios hará nuevo todo lo creado. Habrá tanta alegría que todos cantarán el Salmo 145, ¡Alaba, alma mía, al Señor!

 

Santiago, dice que no hay que vivir la liturgia con distinciones humanas, donde tratamos bien a las personas por su apariencia, poder y opulencia, en vez de eso hay que tratarlas con generosidad incluso a los que no tienen nada que dar, es más dice que: ¡los pobres!, son los privilegiados del Señor;  ellos serán pobres en muchas cosas, pero Dios los sacará de su pobreza para hacerlos ricos en la fe y ellos serán los herederos del Reino de los Cielos, y a todos los que aman a Dios.

 

Jesús pasó por el Territorio de Tiro, en Sidón, camino del lago de Galilea, atravesando la Decápolis, ahí obraría un gran milagro, hacer oír y hablar a un sordo mudo, cumpliendo así los símbolos de libertad para el pueblo de Israel, en tiempos en que son oprimidos romanos, no pueden hablar con libertad y son oprimidos.

 

P. Chava, SVD
Dios da libertad, da seguridad y restablece lo creado. Muestra su poder de dar vida en situaciones de muerte. Por eso la comunidad cristiana tiene que imitar a Dios, en crear esperanza en situaciones de muerte, ayudar a los necesitados, educar al ignorante, dar de comer al hambriento, así ir sanando los corazones de tanta gente que sufre la falta de hogar, paz, trabajo, pan, etc.; El cristiano se convierte en los pies, brazos, manos, boca y ojos de Dios cuando consuela y sana al que sufre.

P. Chava, SVD
 

P. Chava, SVD: Misionero del Verbo Divino, Vicario de la Parroquia Virgen del Alba, Alcorcón,   (Diócesis de Getafe),  Madrid, España.